Se vienen los días más álgidos para el superpoblado microcentro tucumano, uno de los más activos del país.
Durante las semanas que se avecinan comienzan las compras navideñas, los regalos, los preparativos para Año Nuevo y las despedidas de toda índole, laborales o de amigos, que atiborran los locales gastronómicos. Hay quienes disfrutan los amontonamientos y otros los padecen, pero la realidad demuestra cada año que no hay crisis económica que evite que el centro explote en cada celebración, ya sea Reyes Magos, Día de la Madre, Día del Padre, Día del Niño, o día del arquero…
Es cuando cobran protagonismo los caminantes, que celebran las peatonales, las semipeatonales y las aceras anchas, pero sufren en otras veredas angostas, muy transitadas, en mal estado y peligrosas.
El ránking de las cuadras más peligrosas de la capital para los peatones lo encabezan Maipú al 100, al 200 y al 300, es decir desde San Juan hasta San Martín. En varios tramos de esta calle, donde no se efectuó el retranqueo, las veredas tienen poco más de un metro de ancho y la gente se ve obligada a bajar a la calle para transitar, en no pocos casos sin siquiera mirar atrás antes de pisar el pavimento y por ello los accidentes o “casi” ocurren a diario.
Estos cuellos de botella peatonales se replican en otras calles de la ciudad, como en algunos tramos de 24 de Septiembre, Córdoba o San Juan, entre otras.
Algunos años el municipio colocó cintas separadoras para ampliar las veredas de Maipú, sobre el lado este que es el más estrecho, pero en general duran poco y deben reemplazarse a cada rato.
Es una solución precaria y provisoria y por eso la mayoría de los especialistas coincide en que el remedio definitivo para esto es convertir esas cuadras en semipeatonales.
El proyecto de semipeatonalización del microcentro no está concluido. Se hicieron 16 cuadras: Mendoza (1); 9 de Julio (4); Laprida (4); 25 de Mayo (4); y San Martín (3).
De esta primera etapa restan siete más: Maipú (5), desde 24 de Septiembre hasta Santiago; Congreso (1), desde San Lorenzo a Las Piedras; y Muñecas (1), desde Córdoba hasta San Juan.
En una segunda etapa se preveía sumar más cuadras de semipeatonales, pero aún se encuentra en estudio.
El secretario de Obras Públicas de la capital, Luis Lobo Chaklián, confirmó que se continuará avanzando con las semipeatonales proyectadas y adelantó que su ejecución podría comenzar en 2026, por pedido de la intendenta Rossana Chahla.
La Municipalidad apuesta a revalorizar las peatonales céntricasEl funcionario estimó que una semipeatonal cuesta unos $650 millones por cuadra, pero que en el caso de la Maipú, donde se requieren trabajos pluviales y cloacales importantes, podría ascender a $850 millones. Al reducido espacio de las aceras de Maipú se le suma una larga lista de obstáculos: baldosas rotas, banners verticales, pizarrones, carteles y barandas metálicas, mesas de bares, postes de luz, semáforos, cestos para residuos y contenedores, macetas, mesones con mercadería (sobre todo telas), cajas de electricidad, columnas en los locales retranqueados y numerosos vendedores ambulantes, algunos muy mal ubicados en la zonas más estrechas.
Opiniones divididas
“Desde el punto de vista comercial está bueno, pero para los vehículos será un caos. Para el ciudadano de a pie es fantástico, pero para los autos se agravará el desastre. Llevamos años de parches y el tránsito en el centro está cada vez peor”, opinó Martín, propietario de un negocio de celulares de Maipú al 200, cuando se le consultó sobre la posibilidad de que esa calle se convierta en semipeatonal.
Inundaciones
Gonzalo, empleado de una zapatería, coincide en que la idea es muy buena porque ordenaría el tránsito y beneficiaría a los comercios y a los peatones y agrega otro dato no menor: “No sólo las veredas son muy angostas, sino que cuando llueve el agua entra a los negocios porque la calle está más alta. No sólo nos inundamos sino que la gente tampoco puede caminar cuando llueve porque las veredas se inundan”.
Aunque no está proyectado que sea semipeatonal, la situación en Maipú al 300 es idéntica, veredas estrechas y muy deterioradas.
Testearon a personas de riesgo en las peatonales céntricas“Acá hay menos gente porque no se puede caminar. Si ves las peatonales están llenas de clientes, tienen árboles, mejor iluminación y bancos para descansar. Además aquí los autos y las camionetas se estacionan todo el día, para hacer compras o para descargar mercadería. Entonces otros paran en doble fila y hasta en triple y así es un lío el tránsito todo el día”, se quejó Luciana, de un local de tecnología de Maipú al 200, a la vez que celebró la iniciativa de una semipeatonal.
No opina lo mismo el taxista Enrique, que suele usar la parada tubo de Maipú y Mendoza. “Entre las semipeatonales y los carriles exclusivos para colectivos cada vez tenemos menos lugares para trabajar. Si a eso se le suman los autos y motos de aplicaciones los taxis van a terminar desapareciendo”, pronosticó. “Además las llevan muy lejos a las paradas. Hicieron una en Lavalle y Congreso a donde no va nadie y a la de Salta y San Martín la trasladaron a la vuelta, pero entran menos autos. Si hacen semipeatonal a la Maipú se perderán otras cinco paradas que hay entre Córdoba y 24 de Septiembre”, advirtió Enrique, mientras empujaba su taxi a pulso.
¿Serán un problema?: las vallas en el ex edificio de Rentas
Una complicación en la semipeatonalización de Maipú podría surgir donde se encuentra el edificio donde funcionó la Dirección de Rentas hasta 2008. El inmueble, que ocupa parte de San Martín al 700 y unos 40 metros sobre Maipú al 100, se encuentra vallado desde febrero de este año por riesgo de desprendimiento de mampostería. El cerco se dispuso sobre la vereda y hoy existe un angosto pasadizo sobre el pavimento para el tránsito peatonal. En el municipio aseguran que ese cerco no será un problema para ejecutar la obra, aunque en la Caja Popular de Ahorros, a cargo de ese edificio, no ven que la solución sea tan sencilla.